El Club León vivió una noche negra que perdurará en el recuerdo durante mucho tiempo. El marcador adverso de uno a cero no refleja la amargura de recibir tres expulsiones, un penal en contra y un sinsentido táctico de un partido que terminó con los aficionados verdes buscando explicaciones incluso con teorías conspirativas.
El rival
Veracruz mostró claramente el porqué de ser un equipo invicto a tales alturas del campeonato. Reinoso es un técnico que muestra a sus setenta años experiencia de la buena, como jugador talentoso y como estratega de largo recorrido. Los golpes de la vida (Perdió a un hijo por cáncer, fracaso recientemente con América) le han dado fortaleza de carácter, y esas virtudes se vieron reflejadas en su equipo.
Veracruz salió en ataque con un 4-4-2 estilo argentino, con un jugador en la base de la jugada y dos interiores que combinaban recorrido y buen posicionamiento táctico, ataque y defensa. Jugaba por delante una especie de enganche con mucha libertad que se relacionaba con dos delanteros excelentes.
Para defender, el equipo del maestro Reinoso se hacía plano y acumulaba dos líneas de cuatro en teoría, pero la línea de mediocampistas se cerraba y unía para contener el mediocampo del León.
Conforme fue madurando el encuentro, el “Keko” Villalva, que tenía la libertad de flotar en el ataque (mediapunta) se fue recorriendo a la banda izquierda gracias a que el otro extremo, Meneses, se acercó a sus compañeros Peñalba y Andrade para unirse a la medular y que el equipo fuese sólido.
Fueron también muy importantes los laterales, porque estuvieron muy atentos a no perder la posición pero también se tornaron más sus labores: en general fue García quién atacó los espacios que creaba Villalva y Paganoni quién cerraba la línea defensiva por derecha.
Club León
Para el equipo de Pizzi, el partido contra Santos de la semana pasada no había terminado aún: el equipo salió al campo con el mismo 3-3-4 con la diferencia de que los delanteros eran Boselli y Luis Montes, que volvía a ser titular.
De entrada parecía que el “Chapo” se ubicaría como enganche, pero cuando pasaba al ataque La Fiera, se unía a Boselli cerca del área, por detrás del delantero, sí, pero con poco espacio como para buscar otra cosa que no fuera un remate.
El Club León salió entonces con dos puñados de jugadores y una línea al frente: juntos atrás estaban Nacho, Canuto y Botinelli; otro grupo era el de Peña, Vázquez y Cárdenas; por delante ocupaban el ancho de la cancha Elías, Mauro, Luis y Marcos Caicedo.
Este fue el parado inicial, que duró quince minutos. Para explicar los cambios tácticos y la hecatombe que sobrevino después será mejor que sigamos las circunstancias del partido a fin de tener más claridad.
El partido
Como decíamos más arriba, León salió al tercer tiempo del partido contra Santos Laguna, pero este tercer tiempo sólo duró quince minutos. La razón: El “Keko” Villalva. El argentino es uno de esos talentos que si no salen de México, continúan una tradición de talentoso que enriquecen nuestro fútbol, como Gabriel Caballero o Damián Álvarez, “la chilindrina”.
Rápidamente Villalva olfateó sangre en el costado derecho del León porque Elías Hernández no es que fuera displicente, es que arrancó de extremo. Con una diferencia de treinta metros entre el “Keko” y Elías, y contando con que “Chema” Cárdena y Nacho jugaban cerca del carril central, el argentino gozaba de un espacio antinatural para jugar. Decíamos arriba también que Veracruz es un equipo preparado para darle libertad a su jugador talentoso así que de ninguna manera acusó que se abriera la cancha por parte del “Keko”. Estaban listos para permitir un movimiento así.
Cuando la suma de Villalva + dos delanteros contra los tres centrales de León ya había alcanzado la categoría de “sangría” Pizzi hizo el movimiento de la noche y que determinó todo lo que paso ayer. Mando al “Chema” Cárdenas de lateral izquierdo a la hora de defender, para que entre los cuatro (“Chema” + tres centrales) ocuparan el espacio defensivo y Nacho pudiera acercarse a su marca sin dejar el huecazo que estaba dejando detrás de él.
Ojo, León no pasó a jugar con línea de cuatro, cuando atacaban tenían tres centrales para iniciar la jugada y seguir el posterior desarrollo de la misma. A la hora de la transición defensiva Cárdenas regresaba rápidamente a tomar la zona lateral izquierda y la defensa se basculaba para equilibrar lo que hacía Villalva.
Luis Montes se esforzó entonces por no abandonar a sus compañeros y compadres “Gullit” y “Gallo” en la medular y se acercó por la derecha para asociarse y calmar las aguas. Como en los viejos tiempos, los tres dieron toquecitos y ganaron tiempo para que el equipo se organizara. Pero no estaba el “Aris” por la izquierda para ejecutar desmarques hacía el área y además Caicedo y Elías estaban muy alejados del balón como para recibir y encarar. En esas condiciones, el Club se encomendó de nuevo a la verticalidad de Peña para producir, pero ahora al llegar al área sólo estaba Boselli y tanto Caicedo como Elías estaban bien vigilados como para realizar la cesión lateral. Eso sí, Elías y su capacidad para sacar el centro como sea es maravillosa y de la manga colgaba los balones aún con una oblicuidad tremenda.
Todo se acabó con el gol de Andrade, en una serie de errores que culminaron con el desborde de Nacho y que “Gallo” y “Chema” estaban en el área sin marca y “Gullit” se durmió para cerrar a los que llegaban de Veracruz.
A partir de ahí, León se radicalizó primero en su escalerita directa “Gallo”-“Gullit”-“Chapo” para que la pelota recorriera el campo y después enloqueció. Cierto que se terminó con cuatro delanteros “nominales” ejerciendo uno como lateral derecho, pero todo el partido León jugó con cuatro atacantes, delanteros en suma. La situación, con Gonzalo Ríos ejerciendo de perseguidor de Villalva terminó siendo ridícula, pero hay que ver que también Pizzi no tenía elementos otros para echar mano. Y el próximo partido, como mínimo, habrá tres suspendidos.
Del árbitro, es mejor no hablar.
¿Qué paso? El primer error táctico de Pizzi en el torneo.
Todo el partido se decidió alrededor de Villalva: asistente del primer gol, desquició la transición defensiva del Club León y provocó la primera expulsión, la de “Nacho” González.
Vamos a analizar el movimiento paso por paso primero, con sus consecuencias y al final veremos sus causas.
León salió con su 3-3-4(1-3) y Villalva aprovecha este espacio:
Tras ver el desastre Pizzi ajusta y manda a Chema de lateral izquierdo, para que se ocupe el espacio:
Aquí vemos como en ataque León sigue con tres centrales, y luego al perderla, “Chema” corre a ocupar su lugar de lateral izquierdo mientras Nacho y Villalva siguen bailando juntos (ojo, son imágenes de momentos diferentes pero que muestran claramente lo sucedido).
El cambio de “Chema” a la izquierda trajo consecuencias funestas para el funcionamiento creativo y ofensivo del equipo.
Digámoslo desde ahora: Pizzi se equivoco de lado. Cárdenas debería haber jugado como lateral derecho. Ahí hubiese tenido el oficio, pues es su posición natural, y la velocidad para hacer frente al “Keko” Villalva. Si Nacho tenía que ser lateral lo hubiese sido perfectamente en la banda derecha. Es que, simplemente, del otro lado no había nadie.
Cuando “Chema” paso a jugar de lado izquierdo, el equipo paso directamente a jugar con uno menos por la sencilla razón de que Veracruz no atacaba esa banda, es más, ni siquiera tenía un jugador por esa banda porque Meneses se cerraba bastante. Es decir, si bien el ajuste permitió que se ocupara mejor el espacio en defensa, el lateral izquierdo de “Chema” quedo sobrando. Si hubiese jugado de lateral derecho o cómo marcador personal del “Keko” si se hubiese aprovechado defensivamente su presencia un poco más. Incluso de lado derecho Cárdenas hubiese suplido la dificultad de Elías para llegar a defender, pues en la otra banda Caicedo si alcanzó a llegar varias veces a recuperar terreno perdido antes del movimiento táctico.
Sin embargo, el ajuste permitió que Canuto y Botinelli redujeran entre ellos el espacio y pudiesen plantar cara a los dos delanteros de Veracruz. El verdadero problema fue el ataque leonés.
Como lateral izquierdo el peso en la salida del “Chema” fue nulo. Si estaba cerca, recibía la pelota y la devolvía, así que opto por alejarse de la pelota para que lo buscasen los mediocampistas. Éste movimiento resulto funesto porque alejado entonces Caicedo, se exilió en la zona de extremo y no volvió a recibir la pelota en condiciones. La posición de Cárdenas lo empujo adelante y sin tomar impulso al arrancar más atrás no pudo dar los resultados que sí hubo contra Santos Laguna.
Además, la salida del “Chema” del trivote junto a “Gallo” y “Gullit” les dejó en inferioridad numérica, pues ellos dos se la veían con Peñalba, Andrade, Meneses y la llegada del lateral García.
En resumen:
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“Chema” ocupa un lugar donde no atacó usualmente Veracruz.
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Limitó el recorrido de Caicedo, en ataque y defensa.
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Debilitó la posición delicada de Peña y Vázquez.
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Cárdenas no pudo aportar en la salida del balón.
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Obligo a “Nacho” a vérselas con Villalva a solas sin Elías.
Casi casi que León jugó con 9, tácticamente hablando.
¿Por qué?
Evidentemente a la hora de buscar responsables se tiende a pensar en Pizzi. Es verdad que lleva la mayor parte de la responsabilidad, así como “Nacho” terminó siendo una víctima de las circunstancias.
Hay que apuntar que esto es consecuencia de la faltante de laterales en la plantilla. Es cierto que el funcionamiento de Cárdenas es polivalente, pero aun así el lateral derecho queda algo descubierto. Las lesiones de Fer Navarro y “Aris” obligaron a trastocar un sistema que ya venía cuajando y dando resultados (el 4-4-2 de los laterales). Ante estas ausencias, y sumando la de Magallón, que no lo hace mal de lateral, la carta del “Chapita” Delgado es insuficiente. Es decir que sería como poner a Elías de lateral y eso no sería beneficioso finalmente. Pizzi tiene ese atenuante, que se demostró cuando tuvo que mandar al “Gonzo” Ríos de lateral a marcar al “Keko”. La sensación ahora mismo es que para valorar al completo las consecuencias de esta derrota, habrá que esperar un par de partidos. Y si el 3-3-4 de Pizzi es consecuencia de no poderse decidir entre “Nacho”, Canuto y Botinelli, el partido le ha dado un buen argumento para dejar fuera al mexicano.
Pero si queda la sensación de que vimos un claro error de Pizzi contra Veracruz, donde no supo corregir las consecuencias del factor “Keko”. Y a un entrenador le pagan para tomar decisiones con lo que tenga.
P.D.
Cuando comenzamos a redactar estos artículos y a publicarlos en nacionesesmeralda.com.mx el objetivo era que, como nos mencionó un aficionado en Twitter, nos pusiésemos a discutir sobre las tácticas, formaciones y juego del Club León y no de si éste se peleó con aquél y no sé qué.
Un agradecimiento a todos los aficionados que vía Twitter participaron en un debate sobre estilo de juego desde el juego amistoso contra Talleres y les pedimos se unan con comentarios en la cuenta de @NaciónEsmeralda y en @Akelandos.
