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: MAURO BOSELLI, DELANTERO TOTAL :

matador

 

Regularmente, aparecen en México jugadores cuyo nivel supera al de la mayoría de sus compañeros de la liga. La competición les comienza a quedar pequeña; terminar emigrando hacia ligas grandes es común en ellos. Dichos jugadores condicionan enormemente la liga y el último de dicha especia se llama Mauro Boselli.

El nivel de la Liga MX es bastante regular. Un equipo puntero o uno campeón de la Liga MX lucharía en la Liga Española o inglesa por acercarse a la mitad de la tabla empleándose al máximo, coqueteando quizá con el descenso. Hay que ver lo que pasó con el Club León, flamante Bicampeón mexicano que fue arrollado brutalmente en el trofeo Joan Gamper del año 2014. El equipo esmeralda venía de un viajo largo y un juego apenas un par de días atrás, por lo que no pudo llegar en un estado de concentración y estado físico óptimo para una de las ediciones que los culés se han tomado más en serio de la historia de dicho trofeo.

Por eso un jugador que merezca inequívocamente emigrar a una competición de primer nivel destaca de inmediato sobre sus compañeros y comienza a condicionar la Liga. Diego Colotto, Cuauhtémoc Blanco, Guillermo Franco pasaron por España. Mauro Camoranessi y Campagnaro por Italia. El “Chelito” Delgado por Francia. Vicente Sánchez y Lucas Barrios por Alemania. Beausejour, Jared Borgetti, Jefferson Montero son jugadores con historia en el fútbol mexicano y en la Premier League. Diego Reyes, Héctor Herrera y Jackson Martínez comparten equipo en Portugal. Todos estos jugadores pasaron por México con la gloria de alcanzar o rozar un campeonato de liga o destacarse de forma brutal sobre el resto de sus colegas de profesión. El camino de estos jugadores es de destacar en México a tratar de destacar en Europa. Con más o menos éxito hay que decir.

BOSELLI FUE ANUNCIADO COMO CONTRATACIÓN BOMBA Y NO TARDO EN DINAMITAR LA LIGA MX”

Sin embargo, Mauro Boselli parece realizar el camino a la inversa. Bien es sabido que el desarrollo de la carrera de un jugador es cúmulo de circunstancias deportivas, personales y físicas. Un misticismo que gira la vida de los jugadores y que nos quita como nos da colosos del fútbol. Mauro Boselli ha marcado goles allá donde ha ido y a pesar de hacerlos en Europa, no ha podido quedarse en el viejo continente. No se sientan tentados a pensar que Mauro no da la talla del nivel Europeo: sus características han condicionado de forma notable el desarrollo de una liga como la mexicana, donde el campeón se decide en una liguilla post temporada regular, con enfrentamientos directos a doble partido. Es en este tipo de juegos donde Boselli lo devora todo. En una eliminatoria, Boselli te gana los partidos porque los juegos a vida y muerte son su hábitat natural, el ecosistema donde el matador se define y muestra como una especie única de delantero. No es un tigre, no es un león, es simple y llanamente un matador. Es El Matador de Barracas.

Allá donde va, Mauro Boselli deja cuando menos una sonrisa. Pocos jugadores pueden presumir de ser recordados con gratitud por hinchadas tan distintas como la xeneize de Boca Juniors, los pincharratas de Estudiantes o los panzas verdes del León. Es natural, porque con estos tres equipos Mauro Boselli dejo valiosas fotografías: su sonrisa de matador acompañada por un trofeo legendario.

LA MEJOR VERSIÓN DE BOSELLI HABÍA SIDO POR CONTINUIDAD LA QUE MOSTRÓ CON ESTUDIANTES DE LA PLATA DESDE MEDIADOS DE 2008 HASTA SU SALIDA AL WIGAN DE LAPREMIER LEAGUE. HASTA AHORA”

Cierto es que Mauro Boselli dejó su huella más perdurable en el cuadro pincharrata. Tanto por continuidad como por la calidad de reconocimientos internacionales conseguidos en el equipo platense. En aquel equipo que se especializó en competir en torneos internacionales, sobre todo bajo la mano de Alejandro Sabella (finalista con argentina en el mundial del 2014), Boselli entonces se convirtió en el matador de eliminatorias directas. A mayor importancia del partido, mayor posibilidad de que Mauro marcara.

Con Sabella formó parte del histórico equipo que consiguió la Copa Libertadores de América derrotando con un gol decisivo de él mismo al Cruzeiro, en Brasil, logrando tan ansiado trofeo por marcador de 1-2.

Si bien el momento más alegre de aquél par de años fue la conquista continental, el pico de forma del Club llegó en diciembre de 2009, cuando le batallaron de tú a tú el cetro de Campeón del Mundo al Fútbol Club Barcelona. En dicha noche, con un Alejandro Sabella especialmente lúcido, el equipo argentino salió con una línea de cinco que impidió recibir a los jugadores de banda de los catalanes. Boselli salió como el hombre más adelantado que a la hora de tener el balón era importantísimo para aguantar la pelota y permitir el recorrido de sus compañeros hacía el frente. Por otro lado, Mauro realizó un recital de piques o desmarques hacía el frente: Estudiantes cargo la banda derecha del Barcelona, donde Dani Alves defendía menos y Boselli, astuto, se colocó entre Puyol y Abidal, evadiendo así al más alto, Piqué. De esa forma llegó un golazo, a lo Boselli, en una final, cuando de palomita se lanzó entre Carles y Éric anotando un centro desde la izquierda (de su equipo) en la portería de Víctor Valdés.

Estudiantes terminó perdiendo aquella final, pero dejó una imagen memorable debido a la cual, seis meses más tarde, Boselli emigraría al Wigan Athletic, de Inglaterra.

EL PRINCIPAL PROBLEMA CON EL QUE TUVO QUE LIDIAR MAURO BOSELLI EN EUROPA FUE LA FALTA DE CONTINUIDAD”

La estancia en Europa fue una situación paradójica. Atrás quedaban las noches de gloria con Estudiantes y las alegrías con Boca Juniors, equipo con el que llegó a sacar la sonrisa con un gol de chilena a un gigante histórico del cuadro bostero como Martín Palermo, quién acostumbró durante su carrera devorar jóvenes delanteros. Incluso atrás quedaba una cesión en el Atlético Malagueño, filial del club donde actualmente milita el arquero mexicano Guillermo Ochoa.

Boselli se vio de pronto lidiando con la falta de minutos, y comenzó una peregrinación que lo llevó hasta Italia, donde conoció la hiel del descenso con el Palermo. Duro contraste para un jugador respetado en todo un continente y que fue convocado con la selección absoluta de su país ni más ni menos que por Diego Armando Maradona.

Hay algo positivo de su segunda y tercera estancia en Europa (regresó por un breve periodo a Estudiantes de la Plata en condición de préstamo)y es que siempre que jugó, respondió. De hecho, en su segunda estancia en el Wigan su escaso número de partidos le dio un promedio de 1 gol por cada tres partidos, media aceptable en el competitivo nivel europeo y el reconocido entrenador Bob Martínez, en el Wigan en aquellos días, le dedicó elogiosas palabras.

Tras el descenso del Palermo y sin contar para el Wigan, se había llegado la hora de un cambio en su carrera.

Para la temporada 2013/2014 el Club León se fijó en el delantero bonaerense. El equipo esmeralda había cumplido ya un año en primera división con resultados regulares y había llegado el momento de apuntalar el equipo. Con gente de experiencia, técnica y contundencia y con la mejor generación de mediocampistas de la Liga MX de lo que va de la década, la faltante estaba en la delantera.

BOSELLI LLEGÓ A UN CLUB COMPLETO AL QUE LE FALTABA UN MATADOR EN LA DELANTERA”

El León de Matosas de finales de 2013 (Apertura 2013) tenía en claro, primero, como jugar, y segundo, quiénes tenían que jugar. En el sistema de juego 4-4-2 :

Aris Hernández (LI)                 Elías Hernández (MD)

Ignacio González (DFC)                  “Gallo”Vázquez (MC)                           Matías Britos (DEL)

William (PO)

Rafael Márquez (DFC)                   “Gullit” Peña (MC)                               Mauro Boselli (DEL)

Magallón (LD)                                  Luis Montes (MI)

de tan memorable torneo el equipo tenía dos puntas: uno que batallaba y uno que anotaba.

Matías Britos resulto básico para Matosas por que cumplía con varios registros que sumaban al comportamiento en defensa y en ataque del equipo: era el primer defensor, el que correteaba a los laterales del equipo contrario además de tapar a los centrales, y en ataque caía a la banda para dar salida, abrir el campo o llegar con empuje al área, donde tenía buen remate de cabeza.

Se comprenderá que las acciones de Britos ocupaban un área extensa del campo, al ser un segunda punta prácticamente, por lo que en aquel León el radio de acción de Boselli estaba bastante limitado. Básicamente, Matosas le pidió que finalizara las acciones con remate. Mauro cumplió con creces y encontró, en medio de la horizontalidad de los mediocampistas, una complicidad con la verticalidad de Carlos “el Gullit” Peña: el interior mexicano lanzaba un balón raso a Boselli, que lo pivoteaba y arrancaba, Peña lo tomaba después y lo hacía llegar a Mauro cerca del área y éste conducía hasta encontrar posición de remate. Dicha jugada le permitía a Boselli actuar más alejado de su zona, pero dependía de que los rivales, en general, no se encerrasen. Precisamente ésta jugadita le permitió destrozar la América en la final y ganarla, aprovechando la fina e imprudente prepotencia con que Miguel Herrera planteó la final y la conducción vertical de Peña que mandaba al balón abierto para Mauro en el último segundo.

La primera mitad del año 2014 trajo sensaciones agridulces, con la eliminación del Club León a manos del Bolívar que, dirigido por un vasco (Azkargota) cerró los espacios, los limitó y los negó al equipo verde. Tras varios tumbos, y con la clasificación a la liguilla conseguida in extremis, llegó la modificación táctica de Gustavo que traería el bicampeonato y a través de los meses, al mejor Boselli.

Fue durante la primera mitad del primer partido de vuelta frente a Cruz Azul. León necesitaba dos goles como visitante y Matosas no espero un minuto más, sacó a Britos del campo y cambió a un 4-3-3 donde Boselli era único delantero. El resto es historia, al igual que la salida de Britos del equipo al finalizar el torneo, confirmada no por discrepancias con el entrenador, sino por una variante táctica que le relegaba a un segundo plano.

Entonces, llegó el Boselli que describiremos a continuación.

MAURO BOSELLI

 Fecha de nacimiento: 22/05/1985

   Nacionalidad: Argentino

   Altura: 1,81 m

   Peso: +/- 75 kg

 

Juego Aéreo: De entrada, por pura estatura, Mauro consiste una amenaza aérea para cualquier equipo. Posee además buena fuerza en su salto vertical que le permite ganar balones en saques de esquina sin tener que tomar carrera. La técnica a la hora del remate es muy buena y raramente sus cabezazos suelen ser secos, acostumbra darles dirección y efecto rematando, tomando impulso su cabeza mediante el movimiento brusco de la misma testa usando el cuello. Pero lo que de verdad le vuelve temible frente al marco es su movimiento al espacio para buscar un balón colgado al área: su instinto ahí es de matador absoluto, de “9” mundial. Para marcar a Boselli no basta con dos defensas, porque su capacidad para ganar ventaja posicional es excelente. Se mete entres los defensas con un precisión de reloj, llega en el instante justo al remate.

Boselli no ha sido muy requerido en el Club León para salir en largo bajando balones en el mediocampo, aunque puede pelear balones largos y tiene calidad para matar balones con el pecho. Definitivamente no es su fuerte.

Finalmente, su colocación para el remate es buena en los centros al área, gana la posición en los tiros de esquina con facilidad y eso hace pensar que probablemente tenga un don para ello. Generalmente cuando el balón cae, es Boselli quien está en el lugar y no quien llega a él. La pelota viaja para encontrarse con Mauro, que llega minutos antes a la cita.

 

Velocidad: No es un velocista y no es muy rápido, pero si saca dos metros de ventaja al momento de la carrera, ya no perdona. Sin ser esencialmente un delantero explosivo en la carrera, Mauro hace de la administración de esfuerzos una virtud: es muy difícil tomarlo en fuera de lugar porque mantiene la velocidad de sus marcadores y acelera justo en el instante necesario.

Técnica: A medida que su rol en el equipo ha ido creciendo, las virtudes técnicas de Boselli han adquirido brillo. No es un regateador que escape de la banda o de una presión a base de habilidad, pero si posee gestos técnicos con los pies de calidad, sobre todo en zona central, donde dejó incluso bonitos trucos contra la UNAM en éste torneo.

Boselli ha ido mejorando paulatinamente la precisión de sus pases cortos y de media distancia, reduciendo así el riesgo de perder la pelota. Donde más destaca de esta faceta es en la recepción y la conducción del balón: ahí la posibilidad de que la pierda es mínima. Sus controles, ya sea en estático, como pivote o en carrera son correctos y orientados, ganando segundos y dirección al momento de dejar la pelota al compañero o enfilar al área.

Para rematar suele usar el cuerpo para imprimir dirección al esférico. Maneja bien los conceptos de inclinar el cuerpo para controlar la altura del balón y sobre todo la dirección de su cuerpo, por así decirlo, lo enfoca hacía la portería y consigue remates muy sólidos. Es interesante observar como Mauro nunca pierde pie aún en los remates más violentos y en carrera.

La principal virtud técnica de Boselli es el remate, pero lo más diferencial es su capacidad para rematar a un golpe como a dos o más. Es decir, Mauro puede finalizar como un caza goles, llegando a tiempo para empujar el balón a la red, pero también es bueno conduciendo el balón contra los centrales para encontrar un ángulo de disparo adecuado, como en la final contra América, en la que uno de sus goles fue con una no-conducción en la que dejo correr el balón hasta que se encontró en una posición de remate que sólo él podía resolver.

Su repertorio incluye tanto disparos fuertes como vaselinas o globos al arquero. Incluso ha demostrado una certeza inusual para disparar desde la media cancha, poniendo en serios apuros a los rivales. Paradójicamente, un área de mejora es su disparo de media distancia, especialmente en situaciones francas en las que va de frente y hay espacio para intentarlo.

 

Juego Táctico: Aquí es donde Mauro ha crecido más, de forma sorprendente y con un claro factor desencadenante: la salida de Britos.

Como decíamos, con la salida del uruguayo el Club León perdía un elemento de mucho trabajo sobre el campo y Mauro Boselli quedó por el resto de la Era Matosas como único delantero. Entonces, y de forma natural, llegaron las responsabilidades, pero fue el Matador quien aceptó cargar con ellas. Boselli está cerca de los treinta años, pero la globalidad de su juego está creciendo y enriqueciéndose cada día.

Comenzó por apretar en la presión a la salida de los rivales. Después, en la lucha por ganar protagonismo en ataque, que lo necesitaba, se empezó a fabricar espacios aumentando sus movimientos de desmarque. A medida que avanzaban los juegos, Boselli comenzó a acercarse sensiblemente al centro del campo. Ya no es raro verle recuperar balones en zona central, conducir un ataque guardando el balón en campo rival mediante conducciones que eliminan rivales e incluso este torneo le he visto sacar el balón jugado desde atrás. Una maravilla. La última gracia que ha añadido a su repertorio que ya incluía el pivoteo (que no el posteo) es el desmarque de ruptura, atacando espacios para encontrarse con los pases filtrados que le pones “Aris”, “Fer” Navarro o “Chema”.

Los nuevos sistemas de Pizzi (El 4-4-2 de los laterales y el 3-3-4 de los delanteros) tienen como fija la intención de usar un doble “9”, pero Boselli por ahora, no ha cedido el protagonismo, sobre todo porque el hasta ahora principal acompañante, Sabah, pierde mucho si sale del área. En teoría Pizzi apuesta por devolverle a Mauro un rol más cercano al área, así lo manifiesta el último juego acompañado de Luis Montes, más enganche, y la entrada en el Club de Gonzalo Ríos, un delantero que parece dar más juego que un “9” tradicional.

Mentalidad: Es interesante observar el rostro de Boselli y sus expresiones durante los partidos. Del apasionado Boselli de Estudiantes de La Plataahora se observa un delantero con madurez, frialdad y por encima, confianza. De carácter muy seguro, Boselli sabe que la acción que realice le saldrá con un buen resultado y a partir de ahí no tiene el miedo al fracaso que le impida intentar un caño en zona central o tirar un penalti.

Finalmente, decir que Mauro Boselli pertenece a la clase de jugadores que ven incrementado su potencial en lo que en teoría serían sus últimos años. De ninguna manera es tarde para que Mauro regrese a Europa, pero esperemos que no suceda (por el bien del Club León). Su caso me recuerda bastante al de Larrivey, delantero que jugó en Atlante y con 30 años se consagro en el Rayo Vallecano, y actualmente milita para el Celta de Vigo con un rendimiento óptimo.

Mauro Boselli tras este exhaustivo análisis, espero que los aficionados esmeraldas compartan mi opinión: Boselli es actualmente el delantero más determinante de la liga, honor que a mi parecer solo le discute Oribe Peralta.
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