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De Guantes y Alemanes…

Por @akelandos

Jens Gerhard Lehmann es un ex portero alemán que destacó la década pasada con Borussia Dortmund, Arsenal y la Selección Alemana. Una voz muy autorizada dentro del deporte. Su conocimiento internacional debido a sus participaciones en torneos internacionales y ligas diferentes como la Premier League y la Bundesliga le dejaron una visión muy completa de lo que es el arquero. Y nos deja conceptos muy esclarecedores a la hora de ver la buena situación que vive actualmente la portería del Club León.

Tras ser indiscutible desde el ascenso hasta las últimas jornadas del primer campeonato disputado bajo las órdenes de Pizzi, actualmente William Yarbrough es el jugador que disputa la Copa MX. Propiamente por orden de importancia y nivel general de la competición podemos afirmar que el papel actual del mexicano-americano es secundario, de segundo plano. Pero de las condiciones para la portería de quien despego su carrera desde que fue titular en aquel partido donde el Club León  empató contra la Selección Mexicana sub-23, que a la postre sería medallista de oro en Londres 2012, es un fiel aval su convocatoria por la selección de Estados Unidos, a las órdenes del alemán Jürgen Klinsmann (Como entrenador, tercer lugar de la Copa del Mundo Alemania 2006, dirigiendo a la anfitriona). Aquí entra la primera frase de Lehmann que nos esclarece el asunto:

porteros-alemanes

En la inauguración del Sports Bar Locos por la Fiera, tuvimos ocasión de platicar con William. El tema de su primera convocatoria con USA estaba fresco y nos comentó que su entrenador de porteros, un inglés, manejaba entrenamientos y conceptos diferentes a los del equipo de Pizzi. Es decir, Yarbrough es válido para el tipo de arquero que desea Klinsmann y su equipo de trabajo.

William Yarbrough es un arquero que ha demostrado ser idóneo para el campeonato local. Un bicampeonato lo confirma. Se trata de un arquero con buen juego de pies, que puede participar en la circulación de la pelota. Aún no es una referencia para la salida desde abajo pero con la capacidad de adaptarse a un fútbol moderno que exige cada vez más la participación del arquero. De hecho, a la comparación con arqueros como Jesús Corona o Guillermo Ochoa, es claro que Yarbrough es parte de otra generación. Su capacidad para salir a velocidad lejos de su área es una virtud y concuerda con la idea de defensas lejanas de su portería, propia de equipos que buscan la presión alta.

Pero donde más destaca es en situaciones de asedio, cuando un rival encierra al equipo en su área. Entonces William revive a los porteros de antaño y se convierte en un gato bocabajo, llega a los rincones de la portería y evita situaciones claras de gol. Es decir, se crece en liguillas, partidos donde se olvida todo y los equipos se lanzan al ataque. Su actuación en la final contra el América fue memorable.

Su debilidad, sin embargo, le ha marcado. No es bueno saliendo por los centros laterales. En el campeonato pasado dicha situación le costó incluso puntos a un equipo que vivió una situación delicada y que terminó viendo puesta en duda la continuidad de Pizzi. A pesar de la confianza y una cierta mejoría, William continúo saliendo mal. Entre lesiones, tiempo en la convocatoria y errores, Martínez comenzó como titular el Apertura 2015, con excelentes resultados. Y aquí nuestro arquero alemán nos dice que:

“De hecho, el buen portero empieza a partir de los 30 años. Es cuando comprendes mejor el juego, te sientes bien físicamente y te atreves con todas las situaciones” – Jens Gerhard Lehmann

Probablemente, con casi 36 años, Martínez vive su mejor momento. A pesar de ser dueño de la portería de un Monterrey competitivo, se perdió de ganar ligas por llegar un poco tarde, e irse un poco temprano. En el camino, dos subcampeonatos. Todo cambió a su llegada al Club León. Tanto en el ascenso como en el bicampeonato, Christian se mantuvo en la sombra.

Pero no en esa sombra de intrascendencia, sino en el manto de un padre que cubre al hijo. Desde la banca, con su madurez y experiencia, se convirtió en asesor de lujo para los arqueros. Son memorables los penales donde predecía la trayectoria del balón para William.

Ahora que posee la titularidad y avanza hacía algo grande, Martínez se siente bien físicamente y entiende el juego. Ignoro si sigue la regla del kilo menos por año que pasa de la treintena (Palop, portero retirado ex del Sevilla, fue un gran ejemplo de eso), pero se nota su gran estado de forma. Ya no es un felino, no es de reflejos rápidos, pero su colocación tiene algo casi de sobrenatural. Está donde debe porque lo sabe de antemano. Probablemente tenga un meticuloso estudio del rival, como lo prueba saber la dirección de los penales. Además, es muy sobrio, sus rechaces, sus atajadas y sus atrapadas son seguras. Los rechaces que da no son cortos, van lejos de la portería y evitan el remate. A una edad en la que los porteros se vuelven de piedra, Martínez se empeña en vivir una segunda juventud. La experiencia le ayuda a decidir cuándo arriesgar y cuando no, pero aunque no sale muy lejos de su arco siempre llega a los pies del delantero a tiempo y con valentía.

Ahora, por añadidura, tener a Martínez en el campo es tener un entrenador dentro, pues acaba de conseguir titularse como director técnico. Pero lo verdaderamente importante, es que el Club León cuenta con dos arqueros de primer nivel, pletórico uno y lleno de condiciones el otro, que se apoyan, viven la competencia de forma sana y son un plus para el equipo en sus realidades. Los  aficionados panzas verdes podemos sentirnos contentos y, por qué no, seguros.