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: El mundo al revés : León 2 -1 Santos :

Gol de Corazón.

León se presentaba con tres importantes bajas, tres hombres que eran básicos para el correcto engranaje del sistema que Pizzi ya había asentado a través de las jornadas. La ausencia del “Aris” Hernández y su par Fernando Navarro, los laterales que más registros dominan en la Liga MX y la de Boselli le dieron pie al entrenador argentino para sorprender con un sistema totalmente diferente.

El rival

Pedro Caixinha, el recomendado de Mourinho, estudio bien a su rival y formo una especie de trivote en el mediocampo cuyo fin era desarticular el motor Peña-Vázquez del Club León y taponar los ataques centrales del León. Estos tres hombres, asentados en un triángulo estrecho cuya base miraba a la portería de Yarbrough, se intercambiaban bien en sus posesiones para saltar rápidamente a quitarle la pelota al “Gullit” o al “Gallo” en cuanto la tuvieran.

Por detrás de ellos se formaba una línea de cuatro (dos centrales y dos laterales) en la que los laterales se pegaron a la banda pero evitaban colaborar al frente con movimientos o conducciones, limitándose a enviar balones largos al frente para participar en ataque.

En la delantera Santos dejo a tres hombres de ataque, el Chuletita Orozco como “9” de área y rematador franqueado por dos veloces extremos cuya misión era acompañar uno de ellos a su delantero cuando el otro extremo tuviera la pelota.

El club lagunero se encomendó a guardar el rigor de su línea defensiva y a que sus delanteros trabajasen activamente en robar la pelota arriba e incomodar las bandas tanto en defensa como en ataque, favoreciendo así el trabajo de sus tres medios.

 

Club León

Pizzi varió el esquema por las numerosas bajas y planteó un 3-3-4 (3-3-2-2) donde Nacho, Canuto y Botinelli se estrenaron juntos como centrales y que carecía de carrileros o laterales.

Casualmente, León tuvo también un mediocampo de tres jugadores como Santos, pues “Chema” Cárdenas se sumó al motor de Peña y Vázquez como interior derecho. En las bandas se colocaron Elías Hernández por derecha y Marcos Caicedo por izquierda. Por delante a Miguel Sabah y Martín Bravo les toco salir a las calles a repartir justicia una semana más.

La responsabilidad de sacar la pelota recayó en Nacho González y Botinelli.  Nacho se la jugó con conducciones largas que buscaban crear desorden en el trivote de Santos y así encontrar huecos para soltar el balón. Por su parte Botinelli recurrió al consabido balón largo aunque no renunció a caminar para distraer marcas. Canuto se colocó en el centro porque al parecer su virtud es la de saber cuándo salir a cortar los avances rivales y cortarlos de raíz.

La inclusión del “Chema” Cárdenas como interior derecho fue la conclusión de varios detalles tácticos. Se le eligió el lado derecho a pesar de ser zurdo para que Peña ocupara el lado en que se siente más cómodo al ataque y su presencia junto al “Gullit” y el “Gallo” fue para que complementaran las labores defensivas. Como Caicedo y Elías no actuaron como carrileros sino como hombre de banda, casi extremos, no tenían tiempo ni características para cerrar oportunamente sus bandas. Esto ocasionaba que Nacho o Botinelli salieran a banda para defender y generaran un hueco con Canuto. Pues bien: la inclusión de “Chema” tenía también el fin de que tanto él como Vázquez ocupasen esos huecos y cerrasen la línea defensiva.

Elías y Caicedo jugaron abiertos y muy ofensivos, un poco más atrás Caicedo para tener metros que le dieran más fuerza a su potente arrancada. Y adelante Sabah y Bravo jugaron a lo que ya saben ellos, nosotros y todos de memoria.

Así empezaron.
Así empezaron.

El partido

De inmediato los tres hombres adelantados de Santos chocaron con los centrales de León. Santos no salió a encerrarse, sino a que cada línea cumpliera su papel y la de los delanteros fue buscar a La Fiera arriba. Las imprecisiones y los nervios dejaron buenas oportunidades que no supo encontrar el equipo norteño.

Se vivió entonces una serie de contrastes.

El Club León comenzó a generar porque creo un vendaval arriba a partir de la gran noche que tuvieron Caicedo y Elías en las bandas. Taponeados por el centro los verdes encontraron a sus extremos que comenzaron atosigados pero que sin responsabilidades defensivas comenzaron a llegar al área. Primero fue Elías quien siempre a la altura del área decidía si disparar o colgar el balón al área con extrema lucidez. El trabajo de Pizzi se nota en él y su nueva sobriedad se traduce en efectividad. Caicedo después empezaba a unirse a la fiesta ensañándose con Abella, el lateral izquierdo de Santos.

La facilidad con la que generaba peligro León se pagó a un terrible precio: dos pases seguidos de Santos superaban a toda la media del Club León y ponían a los tres delanteros contra los centrales esmeraldas. Sin embargo, los de Caixinha no hilvanaban bien y perdían las oportunidades antes incluso de pegarle al arco. El gol cayó entonces de una falta lateral que Nacho no acertó a despejar ni “Chema” a reventar: a placer remató uno de los centrales norteños y León perdía el encuentro por un gol.

Los goles del contrario suponen un excelente aliciente para el equipo guanajuatense esta temporada y la ola retomó furor. Nuevamente se asedió el marco lagunero con las ventajas que daban Elías Hernández y la exhibición que estaba dando Caicedo en la banda izquierda, pero el gol no llegaba y la efectividad rematadora de Mauro Boselli se echaba en falta.

El partido entonces se jugó con un vendaval de León al frente y el interminable mano a mano atrás de tres delanteros contra tres centrales que mostró nuevamente los buenos reflejos de Yarbrough.  Es que León al verse en desventaja decidió cargar el área al doble: hasta cuatro jugadores buscaban el centro.

El 3-3-4 de Pizzi se antoja para una liguilla a muerte”

Al segundo tiempo la situación no cambió en cuanto a nombres, pero si se radicalizó. Si en el primer periodo Santos separó sus líneas para que cada una cumpliera su cometido (defender-contener-atacar) el conjunto de Torreón no tardó en replegarse y buscar a sus hombres más adelantados. Lo apremiante del tiempo empujo a León al frente y entre varios a Botinelli, que desesperado trato de abrir líneas de pase incorporándose imprudentemente al ataque.

Entonces cada pelotazo de Santos era un 2 vs. 2 en el balcón del área y León comenzó a ahogarse. Pizzi decidió mover entonces la pizarra y dio entra a Luis Montes por un “Chema” Cárdenas que vivió la noche muy desubicado en lo táctico, moviéndose desacompasadamente y que se mostró impreciso en sus pases. El “Chapito” ocupó la posición de mediapunta, un poco escorado a la izquierda pero mostró sus dotes como regista: bajó para tomar la pelota en algunas ocasiones y dribló para limpiar la zona o la terminó sacando con pases largos. Entonces León se partió definitivamente y Pizzi contó con Gonzalo Ríos y luego Boselli, vuelto de la lesión para darle vuelta al partido. La pareja de argentinos evidenció falta de entendimiento y ocuparon posiciones similares a la espera de los centros al área. Mientras, Caixinha movió sus hombre en punta y les otorgó más movilidad. De milagro Santos no aumento la ventaja y contempló como en cinco minutos el partido se le fue de las manos.

Así terminaron.
Así terminaron.

A tiro de esquina: Imparable

A lo largo del torneo, León ha mostrado una gran efectividad en los saques de esquina. No es sólo el número de goles que ha conseguido de esa manera, es el número de remates. Cuando la pelota entra en órbita impulsada por Elías Hernández, el León ya tiene preparada su principal jugada a ejecutar.

Disculpen lo rudimentario de las imágenes, pero tenemos pensado presentar un análisis más exhaustiva de este y otros mecanismos a final de la Liga, con imágenes de captura de pantalla.

En primer lugar, León coloca de fijo a seis jugadores dentro del área. Pueden ser más, pero no menos porque ellos llevaran a cabo la jugada.

Se colocan de manera centrada, por parejas, a la altura del manchón penal. Quienes van a rematar, regularmente Nacho y Botinelli o Boselli, quedan en el centro, uno de ellos más despegado hacía afuera.

Disposición inicial.
Disposición inicial.

 

Al momento de la ejecución, normalmente de Elías Hernández, los jugadores más cercanos al primer poste avanzan en dirección a la pelota, mientras que los más alejados se acercan al segundo poste. En medio quedan un rematador que ya está en posición y de atrás llega otro directo a rematar.

 

Movimientos.
Movimientos.

¿Qué genera esto? Un claro justo en el manchón penal, donde se pierden marcas y quedan dos excelentes cabeceadores. Insisto, la cantidad de remates a puerta en tiros de esquina de La Fiera no son casualidad.

 

Remate.
Remate.

Reflexión Final

Quizá fue por la ausencia de sus dos laterales clave, que dan mucho peso al juego elaborativo del León (“Aris” y Navarro) o porque decidir a qué central quitar (Nacho, corazón del equipo y ojito de la afición; Canuto, refuerzo  clave y traído para jugar; Botinelli, todo garra y que cada vez juega mejor) o simplemente para probar nuevas variantes y evitar sucesos como el de Pachuca, donde el equipo no tuvo un plan B.

El caso es que el 3-3-4 de Pizzi tuvo dos fases, una más delineada en la que Peña, Vázquez y Chema se mantuvieron unidos y trataron de ocupar espacios interiores y otra desde que entró Montes, donde León formó una escalerita: Vázquez, por delante Peña y por delante Montes. En cualquiera de las dos formas bastó con que el rival conjugara dos pases o que enviase un balón largo con criterio para que sus delanteros encararan o, peor aún, sacarán ventaja en carrera.

Eso es un defecto a corregir, pero seguro que mejorará como todo lo que se práctica con regularidad. Lo que parece cierto es que Pizzi buscó una manera de jugar más ofensiva. Al ataque durante el primer tiempo La Fiera resultó demoledora, pero los nervios de la segunda parte en que Santos cortó más el juego le desarticularon.

Quién se benefició soberanamente del parado fue Caicedo. El ecuatoriano agradeció el espacio que le daba ser el único elemento en la banda y que los laterales de Santos esperaban en línea con sus centrales. Caicedo llegaba en carrera y se veía contra un solo jugador, pues la ayuda llegó tarde. Incluso recuperó un balón soberbio en los últimos minutos cerca de su área y mostró claridad al frente. Sin duda su mejor actuación desde que llegó al León.

Otro que mostró buenas cosas fue Canuto. Es un central corrector, esforzado en corregir los errores de posición de sus compañeros. Corriendo hacía adelante suele ser bastante certero, pero su recuperación cuando persiguió a un solitario Rentería fue soberbia.

Y finalmente Yarbrough. Hemos hablado bastante de él en artículos anteriores, de sus cualidades y defectos. Solo mencionaré que Pizzi ya tomó una decisión. No saldrá más en los saques de esquina en contra a descolgar el balón.

 

Cualquier duda y crítica será  bienvenida en @Akelandos.