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: #NOERAPENAL

#NoEraPenal

Por: Beto Cruz @akelandos

Hace tiempo, años ya, que la selección mexicana se ve envuelta en polémica. Podríamos decir que desde 2012 no goza de paz. Finalmente, el TRI ha conseguido clasificarse a semifinales de la Copa Oro 2015 tras eliminar a la Costa Rica heredera de su gran actuación en el pasado campeonato del mundo. Lo hace con polémica, ayudado por un penal ficticio a pesar de que esta vez fue superior y mereció llevarse el encuentro durante la última hora de las dos que se jugaron.

Planteamientos:

1

 

Podríamos afirmar que con el cambio de entrenador que Costa Rica sufrió después del mundial perdió una virtud: solidez. Pinto (ex de los ticos) manejaba una línea de cinco defensas que le permitió competir contra Italia, Uruguay e Inglaterra de tú a tú. Pablo Wanchope, con alma ofensiva, ha pasado a la línea de cuatro y a descuidar cierto aspectos ofensivos.

Costa Rica salió a enfrentar a México con un 4-4-1-1 que salía jugando al estilo de Lavolpe, con centrales abiertos y a veces el apoyo del “5”, con Campbell libre en la derecha y Bryan Ruiz canalizando el ataque de su equipo y apoyando en la recuperación.

México salió con el clásico 5-3-2 de Herrera, con la novedad de Jonathan Dos Santos como eje del equipo, buscando tener el control absoluto de la pelota y la combinación Peralta-Vela para tener desequilibrio y contundencia arriba.

El partido
El problema fue que, a pesar de ser incisivo en las bandas gracias a sus extremos, los ticos dejaron mucho espacio y mala conjunción entre sus defensas y mediocampistas, espacio que durante el primer tiempo aprovecharon Herrera, Guardado y Dos Santos para crear y conducir.

El problema del equipo mexicano radicó en la poca capacidad que mostraron los medulares para recuperar. Jonathan Dos Santos es un interior y como tal, necesitaba un escudero. Sin embargo, ejercía de protector de su persona y del equipo. Acostumbrados a apretar hacía adelante, constantemente fue encontrado fuera de posición y el voluntarioso Yasser Corona poco pudo ayudar en dicho aspecto.

Se dio entonces el curioso efecto de ver dos equipos incapaces de contener a su rival. Las transiciones ticas no encontraban oposición y llegaban a zona de peligro. La diferencia estaba en las decisiones, cuando el peligro venía por la zona de Campbell o la pelota pasaba por Bryan (Quien aprovechaba la tibieza de Dos Santos en la zona) se concretaba, por lo general Venegas pudo desbordar pero no decidir bien en el área.
México por su parte encontraba los tres cuartos con jugadores que iban de cara. A partir de ahí Guardado se encargó de generar el peligro por la izquierda y el parapléjico Paul Aguilar de ser incisivo por la banda contraria.
En el segundo tiempo la situación se agudizo y las líneas costarricenses se separaron aún más. Con el espacio y el tiempo los balones a la espalda de la defensa se multiplicaron y los desacierto de Vela y Peralta prolongaron la vida de Costa Rica a pesar del monumental esfuerzo del central González. Las entradas de Esquivel primero y de Corona después, dinamitaron el encuentro y dejaron el empate de Costa Rica en milagro.
Finalmente, la situación la resolvió un penal inexistente fruto de la libertad que México encontró fuera del área y que Wanchope no supo neutralizar.