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El Club León comenzó el torneo con el pie derecho: una victoria como visitante frente al actual monarca de la Liga MX que tuvo circunstancias extrañas pero permitió observar una idea de funcionamiento en el equipo de Pizzi. El resultado deja sensaciones positivas pero también encontradas, porque si bien pudieron observarse claras virtudes, también se observaron viejos defectos que se arrastran hace tiempo. Incluso, parte de la afición quedó muy dividida tanto por el resultado como por el accionar del equipo, lo que nos hace preguntarnos: ¿Qué pasó ayer?

Planteamientos

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El rival

Santos, actual campeón, con un entrenador sobrio e inteligente, planteó dos líneas de cuatro más dos delanteros muy rápidos y uno de los cuales tenía mucha movilidad. A diferencia del torneo pasado, Caixinha opuso a los esmeraldas cuatro mediocampistas en vez de tres centrocampistas. Buscaba tener una defensa más sólida y con mejor basculación para evitar el suceso de hace seis meses.
Propiamente, el plan del portugués pasaba por hacer sentir al León la localía durante los primeros cinco minutos, buscándolos muy arriba. Pero entonces, ocurrió la expulsión del arquero Marcchesín y todo cambió. Expondremos las ideas tácticas del entrenador lagunero junto al desarrollo del partido.

Club León

Había advertido Pizzi que iniciaría el torneo como terminó el pasado, con un 4-3-3 que dejaba a Montes, Peña y Vázquez hacer de motor del equipo. La ausencia del “Gallo” por su convocatoria con la selección nacional, puso a Rocha como mediocentro. Por detrás, una línea de cuatro defensas de acuerdo a lo esperado: Velarde, Burdisso, Nacho y Navarro, donde Guillermo asumió la responsabilidad del primer pase. Adelante, Boselli ejerció de “9” mientras Elías y González atacaban las bandas.

Pizzi dotó a su equipo de una verticalidad vertiginosa, en busca de explotar la velocidad en la banda de González y el desborde de su equipo. A pesar de las posibilidades en la creación que le daban Montes y Navarro, desato la velocidad para buscar centros sobre la marcha a Mauro. Incluso orientó de inicio al ecuatoriano sobre la banda derecha, para que pudiese centrar en carrera con su perfil natural.
León formó durante ciertos momentos un “embudo” para precipitar los errores de Santos en la salida. A la presión de Boselli se sumaban los extremos cerrándose, y a su espalda llegaban Montes y Peña para tapar receptores y tomarlos de espaldas.
La inclusión de Aldo Rocha significaba carencias en la salida del balón y los esmeraldas lo suplieron de dos formas: con el pase de Burdisso, que llegaba limpio a los laterales o interiores, y un excepcional trabajo de Peña, inconmensurable en la primera parte. El “Gullit” tomaba la pelota a la altura de Rocha, conducía elegía pase, de no ser así se ofrecía como apoyo interior para la circulación y todavía, de no ser así, tomaba la pelota en el carril central y dirigía el ataque conduciendo. Una máquina.
Finalmente, Pizzi siguió trabajando el concepto de juego interior con sus laterales. Navarro lo ejecutó bien, como siempre, pero Velarde evidenció falta de adaptación a la idea.

El partido

Como decíamos, Santos comenzó tratando de hacer sentir la localía al Club León. Sin embargo en una gran jugada de pressing por parte de los leoneses, los locales se vieron con un jugador menos y sin su portero titular y seleccionado argentino.

Boselli ejecutó un gran penal y Caixinha, que ya había sacrificado a Escoboza para colocar un arquero, tenía que remar contra corriente. El shock emocional duró media hora, en la cual León se dio un paseo veloz en medio campo y generó una cascada de situaciones. Mientras los laguneros trataban de reacomodarse en un 4-4-1, en el cual Tavares demostró su poca versatilidad para canalizar el ataque y presionar adecuadamente, León comenzó a sacar petróleo a partir de la amplitud de Elías y González. Tanto la velocidad del ecuatoriano como la inteligencia de Elías pusieron en aprietos a los campeones, que como efecto natural del gol en contra y la expulsión se condensaron hacía el carril central.

Entonces Peña empezó a brillar. Sacando la pelota y ofreciéndose como interior, ofreció la tercera vía de ataque conduciendo detrás de Boselli. Llegó al área grande mientras recordaba viejos tiempos y buscaba el último pase. Logró hacerlo un par de ocasiones, pero su mayor virtud, el disparo desde fuera del área, lo guardaba para después.
En medio de una verticalidad mareante, Luis Montes iba desapareciendo. La velocidad de juego exigía que la pelota pasase un mínimo por la zona de creación y el protagonismo de Peña le estaba quitando el juego como lanzador. A pesar de ello, el “Chapo” entendió bien el juego y supo ser directo cuando la pelota pasó por sus pies.
Caixinha realizó una segunda modificación, porque hasta entonces había intentado suplir la inferioridad numérica haciendo que sus laterales tomaran altura, y entre los constantes intercambios de banda de Jonathan González y Elías, así como los cambios de posición de Montes y Peña, sus defensas laguneros habían perdido referencia y terreno. Ajustó, decíamos, el portugués y comenzó a contener los carriles externos con hombres más defensivos. Justo antes, González se lesionaba y el regreso de Burbano se consumaba.
El primer tiempo terminó con Santos equilibrando el trámite del partido y encontrando la forma de combinar en tres cuartos: a fin de cuentas, la apuesta de Pizzi por verticalizar el juego le garantizaba una serie continua de llegadas, pero no dominio del partido. Defensivamente el equipo esmeralda cumplió en los saques de esquina en contra: ganó todos los rebotes y generó peligro inmediatamente a través de las botas de Peña.
Para el segundo tiempo Caixinha salió con un 4-3-2 para buscar generar peligro arriba e incomodar la salida leonesa, pero de inmediato se trastocaron sus planes con la expulsión de Tavares por seguir intentando vender un penal.
A partir de ahí, el plan de Caixinha con dos y con tres hombres menos por la expulsión posterior de Ibáñez, fue conservar un hombre adelante cerca de la banda, tapar el centro del campo con lo que le quedaba y aguardar las distracciones de Navarro y Velarde en defensa.
A partir de ahí, León comenzó a circular la pelota para buscar resquebrajar a Santos. La situación comenzó a dejarse sentir mentalmente en los jugadores que revivieron un viejo problema de la era Matosas: dejaron a Rocha muy sólo en la transición defensiva y así Santos tenía la posibilidad de seguir generando peligro.
Peña y Boselli redondearon su noche con sendos goles, antes de que Santos hiciera el del honor en el minuto ochenta.

La Fiera demostró entonces toda su debilidad mental y falta de confianza que arrastra este año y Pizzi decidió asegurar. No echó el equipo atrás, sino que radicalizo la basculación de la pelota para que, careciendo de iniciativa, Santos tampoco la tuviera.
Las entradas de Ibarra, perdido, y “Gonzo” Ríos quedaron en simple anécdota. El Club León ganaba su primer juego del torneo.

Conclusiones

1. A pesar de la diferencia numérica, pudimos observar que León tiene una versión más directa de juego, que busca explotar las bandas y aprovechar su posesión. Sin embargo, domina también el registro de posesión de la pelota y circulación.
2. El nivel defensivo individual se incrementó, pero colectivamente está lejos de ser competitivo. Las desatenciones y falta de coordinación tanto de defensas como mediocampistas evidencian que serán muchas las horas de trabajo por delante en ese aspecto.
3. Carlos Peña ha dado pasos muy importantes para recuperar su nivel. Esa versión que nos recuerda al Rey Arturo Vidal.
4. Impresionante arbitraje. Con una personalidad tremenda. Más arbitrajes de este tipo mejorarían el juego limpio de la Liga MX.
5. Cuando Pizzi mandó al equipo a mover la pelota acertó. No echó al equipo atrás. En un equipo tan inseguro, comenzar ganando era fundamental. Enfrió el partido, aseguró los tres puntos y evito lesiones y problemas extra cancha. Junto a Caixinha, en la rueda de prensa fueron los señores del partido.
6. El regreso de Burbano. Ingreso tratando de dar juego en zona baja, pero cuando entendió que su lugar era el extremo, aportó. Sus condiciones para centrar sobre la marcha terminaron en el gol de Boselli que significó su doblete.

BONUS:

El embudo con el que León presionó y cambió el partido. Ésta recuperación cambió el partido.

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El problema de la transición defensiva del Club León vs. Santos. Es la jugada del segundo gol, pero cuando no terminaban la jugada, todos estos esmeraldas quedaban detrás del contragolpe de Santos.

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