Trabajar desde la penumbra
Por Arturo Guerra
Es una voz constante aquella que se escucha y dice que no es lo mismo trabajar con la presión de un club ‘grande’ que con la de otros clubes.
Y sí, puede que se tenga razón…o simplemente es una falla en el ‘scouteo’ al momento de contratar. Le pasa actualmente al Guadalajara y le pasó muchas veces al América de los 90s y al Cruz Azul de principios de los 2 mil (después del subcampeonato de Libertadores).
Igual, equipos como Chivas sufren porque los jugadores mexicanos se los venden caros cuando, en realidad éste es un problema general del futbol mexicano. Es tan poco el jugador mexicano bueno que los que son vendidos, lo hacen a precios altos, muy altos. Finalmente, ley de la oferta y la demanda.
Es por ello que los equipos se han resguardado en el mercado extranjero, específicamente en el sudamericano, tal y como ha hecho el León. La excelente labor de contratación de la escuadra esmeralda le ha dado para tener múltiples seleccionados de diferentes países.
Y este trabajo callado, de pocos reflectores, es lo que le ha dado al León para ser importante, jugar liguillas y acceder a finales… sí, lejos del cartel de los medios nacionales pero con la tranquilidad de completar proyectos, de no cortar procesos de tajo, de tener el tiempo de conformar equipos y que muchos (o varios) jugadores destaquen y que, esto a su vez, sea el gancho para que otros futbolistas se interesen en venir y aspirar a lo mismo, a seguir manteniendo en el estatus de protagonista al Club León y ellos, en lo personal, a ser considerados en sus particulares seleccionados.
Entonces, el bajo o poco reflector viene a ser una fortaleza de los equipos ‘medianos’. No tiene por qué verse precisamente como algo malo o negativo. Es una virtud que tuvo, en su momento, el Necaxa (90s), luego el Toluca y el Pachuca, entre otros.
Obviamente, el ser un equipo ‘grande’ es una importante ventaja: te permite obtener grandes taquillas, onerosos contratos publicitarios y de TV, pero también se convierte en algo en contra cuando, al contar con mucho dinero, se despilfarra sin el análisis adecuado. Es ahí cuando a los ‘grandes’ le comen el mandado aquellos equipos que compras más concienzudas y que cuidan más el dinero.
León siempre va a tener poca prensa, eso no va a cambiar, por lo menos en las próximas 2 décadas. Si bien la ciudad de León no es relativamente pequeña (es la séptima ciudad más poblada del país), no está al tamaño de las 3 grandes metrópolis. Hay por lo menos 6 equipos más populares que el León, todos ellos en las 3 grandes urbes.
Siempre vamos a estar en el eslabón débil de la cadena. Cuando hemos goleado al América o Pumas, el discurso de los programas nacionales es «¿por qué perdieron Pumas o América»?, no «¿por qué ganó León?». Incluso sin enfrentar a los «grandes» (o populares), nos pasó cuando ganamos el título del 2014; en programas como Futbol Picante la pregunta era ‘¿por qué Pachuca perdió el título?’ En este mismo torneo, durante la fase final, la prensa capitalina se fue del lado de los equipos de las ciudades más grandes que la nuestra; pasó con Tigres en la semifinal y con Atlas en la final.
Sin embargo, el León se ha hecho fuerte con lo que tiene, haciendo valer sus factores. Repito, si bien no tenemos la ciudad más grande, sí es atractiva para vivir y por su oferta comercial, bien conectada con el resto de la nación.
León tiene una historia riquísima y un maravilloso presente. Prueba de ello es que de sus 8 títulos, 4 fueron obtenidos de 1990 para acá. Sí, las playeras más famosas llaman pero los proyectos deportivos serios y exitosos enamoran.
Contar con una casa club como pocos equipos en este país se suma a la lista de atractivos que León como institución, como equipo y como ciudad puede ofrecer. No queda mas que seguir trabajando y mantener el prestigio de nuestro Club en los próximos años.