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[ El fabuloso Invierno 97

#ColumnaGuerra

¿Cómo te enamoras de un equipo de futbol? Normalmente lo haces por el equipo de tu ciudad. Hay veces que hay un suceso o un torneo que te marca para irle a algún conjunto. A mí me pasaron las 2 cosas. Tengo memorias futboleras desde la 94-95. Mi primer recuerdo fue el Mundial de USA 94 y, a nivel de clubes, mi primera temporada fue ésa que menciono. Desde ese momento le fui al León, el equipo de mi urbe. Después fui conociendo la rica historia del club, pero el 97, al igual que a muchos otros seguidores, me marcó. Un torneo mágico, noventero, de muy buen nivel, donde León fue protagonista, superlíder, finalista.

Un torneo donde prácticamente el Nou Camp fue inexpugnable. Primero, empate con Santos (2-2) y luego seguidilla de triunfos contra Tigres (1-0), Veracruz (3-1), Chivas (3-2), Pumas (2-0), Necaxa (3-2). Posteriormente, vino una derrota contra Celaya (1-2), para cerrar la fase regular con una victoria ante Tecos (2-0). En la liguilla continuó la imbatibilidad, 3 triunfos: 6-3 a Toros Neza, 3-1 a América y 1-0 a Cruz Azul (en los 90 minutos). Ese semestre, del estadio León, solamente sacaron puntos Santos y Celaya, curiosamente en los partidos que se jugaron a media semana por la noche. Los restantes juegos fueron domingo al mediodía.

Prácticamente, todos los juegos en nuestro estadio fueron con un mínimo de tres cuartos de entrada. Hubo varios llenos; se recibió a los 4 grandes (2 de ellos en liguilla). Por ello, la transmisión televisiva en nuestra ciudad fue abierta en varios juegos, por parte de TV Azteca. Recuerdo haber visto por televisión los partidos contra Tigres, Chivas, Pumas y Necaxa, además de, obviamente, la liguilla. Tenía 11 años. Sólo pude asistir ese torneo al partido contra Santos, cuando un tío me llevó.

Los 5 extranjeros del equipo fueron: Comizzo, Prátola, Christian Torres, Medford y Batrovic. (estos 2 últimos llegados en ese certamen). Además, hubo muchos elementos mexicanos que fueron titulares, o jugaron regularmente, y habían llegado ese mismo campeonato como: Flavio Davino (nacido en León, pero debutado en Tecos), Roberto Medina, González China (en su segunda etapa), “Guamerú” García, Missael Espinoza, Everaldo Begines.

Delanteros como Begines y Missael únicamente anotaron 1 gol en la fase regular (ambos tantos contra el Guadalajara, su ex-equipo), pero en liguilla se destaparon. Everaldo con un doblete en semifinales contra las Águilas, mientras que Missa fue el goleador general de la fase final con 4 dianas (2 en cuartos de final contra el equipo de Neza, y un gol tanto en semifinales como en la final). Igualmente, Batrovic metió un gol (el ganador contra Tigres), y todavía se pudo vestir de gloria en la final cuando Lupillo Castañeda sacó su disparo de la línea. Sigifredo fue el goleador del equipo con 7 goles (6 de penal). Su única anotación en jugada fue un disparo de larga distancia en el encuentro ante Santos.

Particularmente, en el torneo regular, fueron unos juegazos cuando se recibió a Chivas (vigente campeón) y al Necaxa (el equipo de la década). Ambos los ganó León con tanteador de 3 a 2.

Contra el Rebaño se obtuvo la victoria con un tiro penal detenido en el último minuto por Adrián Chávez a Joel Sánchez quien, después de anotar desde el manchón penal en la Copa América de Bolivia, se convirtió en el cobrador oficial de su equipo y metió algunos penaltis antes de fallar su primero contra León. Contra Necaxa hubo voltereta y polémica, ya que el penal para el 1-2 no era y, además, hubo invasión de campo por parte del DT leonés Carlos Reinoso.

León llegó a la última fecha como tercero de la tabla general (detrás de Cruz Azul y Atlante). Como era una costumbre, los partidos de la última jornada donde se jugaba un pase a liguilla o descenso se jugaban en el mismo horario. En domingo a las 12, La Fiera ganó de local 2-0 a Tecos. La Máquina perdió, en el Azul, 0-1 contra el América y los Potros empataron a uno en Toluca. Al final, la tabla quedó como sigue: León con 32 puntos, el equipo cementero con 31 y el Atlante con 30 unidades. Después seguían América en cuarto y Chivas en quinto lugar (ambos con 29 unidades). En sexto estaba el Morelia de Tomás Boy con 28 y, en séptimo lugar, el Atlas de Lavolpe 23 puntos. Cerraba la línea de clasificados el Toros Neza de Mohamed con los mismos 23, pero menor diferencia de goleo. León se convertía en superlíder, para ganarse el derecho a recibir todas las vueltas de la liguilla. En el tercer torneo corto disputado, los Esmeraldas eran el líder con menos puntaje, lo que demuestra lo parejo del campeonato.

Ya en liguilla, a León le tocó visitar en 3 ocasiones la Zona Metropolitana del Valle de México, siempre trayéndose desventajas de 1-0. Curiosamente, esos 3 partidos se jugaron en la tarde: 3 pm vs Toros Neza; 5 pm vs América y también contra Cruz Azul. En cuartos y semis, al León le servía ganar la vuelta por un gol de diferencia para avanzar. Solamente tenía que empatar el marcador global, factor que le daba el pase debido a su condición de superlíder. Sin embargo, los verdiblancos ganaron, en León, por 3 de diferencia al Toros Neza y con 2 de diferencia al América. Contra Cruz Azul ganó por un gol, pero ese marcador ya sólo le alcanzaba para mandar a tiempo extra. Como repito, los torneos cortos traían consigo nuevas reglas como el avanzar por posición en la tabla (anteriormente se utilizaba el criterio de gol de visitante). Había que adaptarse a los nuevos tiempos.

En lo personal, fue el primer torneo que le di un fiel seguimiento de todo el campeonato, partido a partido, al equipo del León. Mis memorias del Invierno 97.