Una liga más profesional: la infraestructura de nuestro futbol
Por Arturo Guerra
Los centros de entrenamiento
Apenas el mes pasado, se inauguró La Esmeralda, el complejo deportivo para el primer equipo e inferiores y el cual es propiedad del Club León. Atrás quedaron los tiempos de arrendamiento en la “Granja Davino”; antes, en la época de Ahumada se tuvo el Club Empress y, todavía más atrás, se tenía la mítica “Cancha de Prácticas”, anexa al estadio León.
Este suceso convierte al León en el conjunto número 14 de la Primera División con canchas propias de entrenamiento. Actualmente, los que no tienen en propiedad algún complejo son Atlas (tiene proyectado abrir “La Academia” en este 2022, puesto que los clubes Atlas ubicados en diferentes puntos de Guadalajara son de los socios); Mazatlán (entrena en instalaciones propiedad del gobierno municipal; Atlético de San Luis (entrena en “La Presa”, propiedad del Ayuntamiento de San Luis Potosí) y Puebla, quien se mantiene errante en diferentes canchas de la zona metropolitana de Puebla.
Esto habla bien de la Liga MX porque se ha procurado que cada club cuente con propios centros de entrenamiento y mientras algunos clubes ya cuentan con ellos desde hace décadas, algunos otros los inauguraron relativamente hace poco, pero teniendo una equipación acorde a nuestros tiempos al igual que los más añejos se han ido remodelando.
Evidentemente, de lo que se trata siempre es que nuestra liga sea atractiva para los futbolistas extranjeros, que el jugador tenga las máximas comodidades posibles para desempeñar óptimamente su profesión y que estos lugares sirvan también como vivero para preparar a las futuras generaciones de futbolistas.
Los estadios
Apenas hace una semana en el partido contra Puebla de jornada 2), el estadio de Tigres estrenó un nuevo alumbrado el cual mejora bastante la visibilidad en su cancha y principalmente a través del televisor. El Nou Camp, a pesar de las recientes inversiones realizadas en las luminarias, aparenta todavía puntos obscuros en las zonas de las áreas y de los tiros de esquina. Nuestro inmueble se está quedando atrás en este aspecto, puesto que prácticamente todos los escenarios de la máxima categoría cuentan con una iluminación bastante efectiva.
En el tema de la antigüedad de los estadios de Primera División, el nuestro es de los contados que datan de la década de los sesenta o más atrás (los otros son el Cuauhtémoc, Universitario, el Azteca, el Jalisco, el Nemesio Díez y el México 68). Solamente 7 inmuebles (de los 17 actuales) son de esa época.
Casi sin darnos cuenta los estadios de la liga se fueron “rejuveneciendo”. La Corregidora es de los ochenta y los restantes fueron edificados a partir de 1990. Evidentemente, los más “famosos” o las joyas de la corona son los estadios de Chivas y Rayados, por ser los más modernos. Sin embargo, no hay que omitir otros grandes escenarios como el estadio del Necaxa o el del Santos. Inclusive, los estadios de Toluca y Puebla fueron objeto de remodelaciones importantes hace unos pocos años. Y hay algunos otros, como los de San Luis Potosí y Tijuana, que siguen en trabajos de ampliación.
Todo lo anterior nos deja en claro la necesidad esmeralda de contar con algo más moderno. Está el plan del nuevo estadio que ha tardado en llevarse a cabo; incluso salió una nota hace unos cuantos días que da a entender que este proyecto se dilata aún más. También está el proyecto del nuevo estadio de Tigres. Durante mucho tiempo se ha rumorado acerca de un nuevo estadio para Cruz Azul el cual no se ha visto concretado. Mientras todo esto sucede, nuestro campeonato poco a poco se ha ido adecuando a los nuevos tiempos y ha ido encaminándose a ofrecer mejores escenarios para los espectadores.
