Por Edgar Zamora
Cuarta derrota consecutiva del León de Paiva quien—en su llegada a México— ofreció convertir a esa fiera dormida que dejó Holan; en una fiera “indomable”.
Hoy, parece más un León rasurado. Inoperante, inseguro, falto de variantes y que pareciera estar más preocupado y ocupado en no equivocarse, en no perder, más que en ganar. ¿Dónde quedó? Aquello de que: Si hay que perder, que sea yendo al frente…buscando atacar.
No duró más de veintitantos minutos, el espejismo en que León mostró una leve mejoría defensiva, una mejor actitud grupal y un aparente deseo de buscar el marco rival. A nivel personal, me gustaría preguntarle a Paiva:
¿Por qué parecen aferrados a querer salir jugando desde atrás, cada vez que Cota tiene el balón, si de cada diez veces que lo intentan, siete u ocho terminan perdiendo el balón? Considero se sufre de manera innecesaria en defensa; además de que se le da tiempo al rival de replegarse y al no intentar salir rápido o largo ¡NO hay sorpresa! Esto ha sido una constante en su gestión.
¡Tampoco se intenta un tiro de larga distancia! Es raro ver que alguno se tenga confianza. Ni siquiera los que tienen “buen pie “
Mucho habrán de mejorar en esta semana de trabajo antes de recibir al actual bicampeón; que si bien no está en su mejor momento…será un rival complicado, aún jugando en “El Glorioso “.
Me parece que, suceda lo que suceda en este torneo, Paiva seguirá para el siguiente. Se sabe “Los Martínez” son pacientes y no suelen cortar procesos abruptamente. Pero me parece lógico decir que si no se intentan cosas distintas, los resultados tampoco serán distintos.
Ojalá que Paiva recapacite en el planteamiento y no olvide que las formas importan. Sin duda, se extrañan otros tiempos, en los que también defendían mal, pero si el rival les hacía tres goles; León hacía cuatro o cinco.
En fin…a ver qué pasa el domingo.