Por: Edgar Zamora
Lejos han quedado las últimas glorias del equipo y lo que parecía un inicio de torneo esperanzador, al ver la capacidad que tuvieron para dar vuelta a marcadores adversos, mostrando un espíritu de lucha grupal; después de la exhibición de ayer (una de las peores que yo recuerde) quedan más dudas que certezas sobre las posibilidades de éxito en este torneo.
Se antoja urgente y necesarísima, ya no una sacudida sino un terremoto en la institución, que llegue a las entrañas de la misma (incluida la directiva) para retomar el rumbo.
Mucho se habla en los medios, de un vestidor roto y sobre la supuesta influencia negativa de algunos jugadores que, a pesar de haber sido partícipes de las más recientes épocas doradas, hoy se les culpa de ser como pesados lastres que no permiten avanzar.
Sean ciertas estas voces o no… lo que es un hecho, es que NO se puede continuar así. No es sólo el éxito deportivo y la credibilidad de la institución lo que está en juego ¡Es la gloriosa historia de un equipo que nació GRANDE! Aunque a los llamados “grandes” les provoque comezón.
En mi opinión, no es el cuerpo técnico el problema ni el origen absoluto de los malos resultados. La veo más como una cuestión de inteligencia emocional y sobre todo de ACTITUD de los jugadores. Si bien algunos se muestran frustrados por su desempeño individual, parecen conformarse con lo que han rendido y desafortunadamente, aunque hay cuatro capitanes designados ¡NO hay ni un solo LÍDER!
¡Ni siquiera Luis Montes! Quien por su edad, experiencia y tiempo en la institución DEBERÍA ser ese director de orquesta, manteniendo la cabeza fría en momentos importantes, manejando el partido y llevándolo a buen puerto…¡NO SUCEDE! Y siendo el jugador que es, se ve ridículo reclamando a los árbitros cuando le marcan sus muy acostumbradas faltas “inocentes” que casi siempre comete en zonas de peligro, aunado a su mínimo apoyo defensivo. Hace diez años, con el equipo recién ascendido, eran entendibles sus características “rabietas” sobre todo cuando lo golpean (siempre lo han golpeado mucho) lo cual no las justifica. Es una gran decepción ver que al mejor 10 de la última década, nunca le llegó la madurez que lo convertiría en leyenda.
Sin embargo, aún con este presente…la gran historia del Club León quedará para la posteridad escrita en letras doradas. Y es nuestra obligación como medios y aficionados seguir celebrando y dar a conocer los logros ya alcanzados, pues aún hay muchos que dudan que el Club León es y siempre será: ¡EL PRIMER GRANDE DE MÉXICO!
Y para muestra:
-1er Bicampeón en el fútbol mexicano profesional.
-ÚNICO equipo mexicano en ganar bicampeonato en ambos formatos de torneo (cortos y largos).
-1er CAMPEONÍSIMO (ganar copa y liga de un mismo año)
-1er equipo en tener a un campeón goleador mexicano en la era profesional (Adalberto López) que también es el primer bicampeón y tricampeón de goleo mexicano.
-1er equipo en ganar un campeonato en el Estadio Azteca.
-ÚNICO equipo a nivel MUNDIAL que ha tenido en sus filas a dos, de los tres jugadores en la historia que han jugado cinco copas mundiales: Antonio Carbajal y Rafael Márquez.
Sin duda: SER FIERA ¡ES UN ORGULLO!
