Por Ricardo Jasso Vivero
LEÓN vs MAZATLÁN. Torneo Apertura 2021, Fecha 4. Sábado 14 de agosto. Estadio León. 3-0.
La escuadra verdiblanca se arremangó, ensució el uniforme producto de la lluvia y el fango para sumar su tercera victoria consecutiva en la liga.
Ariel Holan optó por blindar los pasillos exteriores al ubicar a Andrés Mosquera y Osvaldo Rodríguez como defensas laterales. La batalla inicial en la adaptación a la cancha mojada cobró un soldado caído: Ramiro González salió de cambio por lesión muscular. El colombiano Stiven Barreiro tomó el lugar de Ramiro para hacer mancuerna con William Tesillo en la central. Mazatlán se resguardó en el bloque bajo con 3 zagueros más 5 hombres en medio para obstaculizar las líneas de pase de su adversario. El equipo porteño no contó con la presencia de Camilo Sanvezzo. Un primer tiempo de fricción, disputa enérgica del balón y transpiración. Una jugada mágica terminó con el tedio de la contienda. Víctor Dávila realizó apoyo en la salida y desde el círculo central cambió de velocidad en la conducción. Ángel Mena se colocó con inteligencia a la espalda del central en posición legítima. El chileno filtró entre líneas para el movimiento del ecuatoriano. Mena frotó la lámpara en una elegante definición (41´). Una genialidad en el gol en un partido espeso. El talento nunca sobra.
En el complemento los verdes gobernaron el balón en un dominio total de la estrategia. Los cañoneros abrieron espacios al instalar una línea de 4 defensores. La Fiera paseó el balón con reposo, criterio y futbol gremial. Sobresalió la asociación entre Omar Fernández, Elías Hernández, Mena y Dávila para otorgar profundidad y verticalidad. Como escuderos Iván Rodríguez y Santiago Colombatto protegieron el centro del campo. En labor silenciosa Iván Rodríguez brinda seguridad y acompañamiento. En sus botines se generó el segundo tanto. Con visión, Iván trazó un pase al desmarque de ruptura Dávila (68’). El chileno se consolida en el ataque con solidaridad, dinámica y sin el balón en la presión al rival. Osvaldo Rodríguez confirma su técnica para servir al área de pierna izquierda con efecto a favor del rematador. Cuando se incorpora al frente representa un importante recurso sus centros con sentido ofensivo. Emmanuel Gigliotti cerró la cuenta con un efectivo remate con la habilitación de Osvi desde el costado izquierdo (79’). Una acción de una extendida secuencia de pases hasta su resolución con el gol. En un gesto de unidad de grupo, Mena cedió al Puma la opción para tirar desde el manchón penal. El argentino envió el esférico a la grada (85’). En pleno progreso de funcionamiento el conjunto esmeralda sumó su segundo duelo sin recibir anotación.
El club León honró con el triunfo el recuerdo del 14 de agosto de 1949 cuando en la final de Copa se impuso al Atlante 3-0. En el certamen 1948-49 alcanzó el trofeo de liga, Copa y Campeón de Campeones por lo que recibió de la prensa la condecoración simbólica de CAMPEONÍSIMO.