Anoche la Fiera dio un golpe de poder sobre la mesa y se trae a México el trofeo y título de campeón de Leagues Cup.
Este torneo se proyectará como el engarce entre las dos ligas más comerciales y productivas de América del Norte. Es un proyecto ambicioso y sin duda beneficia la competencia entre estas dos ligas, además de explotar el orgullo mexicano ante los equipos de la liga gringa.
Que ambas ligas paren un mes para dar espacio a este torneo es bastante elocuente.
Hoy por hoy los equipos mexicanos están obligados a ganarle siempre y en todo a los de la liga MLS, no importa lo que esté en juego sobre la mesa; la razón es simple, se trata de demostrar quién manda en la región.
En este contexto cobra vigor, fuerza, relevancia e importancia la gesta de los de Holan la noche de ayer en Las Vegas. La Fiera gana fuera de casa y lo hace con autoridad, pese haber sufrido por momentos el agobio de los atacantes sudamericanos del Sounders. Los cambios fueron un verdadero revulsivo que cambiaron totalmente la cara y la tesitura del partido.
Elías dio todo un espectáculo en la banda izquierda y lo de Ramírez por la derecha fue una sociedad maldita con Mena, que a la postre fue factor y definitorio para el título.
Hay partidos para ciertos jugadores y ciertos futbolistas que tienen el ángel o el talismán para brillar en momentos claves. Así es Gigliotti. Un delantero sufrido que no la ha tenido fácil en los equipos donde llega, cuestionado y hasta abucheado a veces por una afición impaciente.
Ayer demostró temple, aguante y supo aportar con su físico y su garra un importante gol para coronar la victoria. El así llamado Puma entra a los anales de la historia esmeralda por sus méritos y su gol definitorio. Ya es el “hombre de las finales”.
Holan puede dormir tranquilo. Su proyecto y su visión gana terreno con esta victoria y lo reinvinca ante la siempre demandante afición panzaverde. Y arriba en el palco, sin duda, Jesús Mtz Jr sonrió complacido al sumar una estrella más a su ya muy destacada gestión en el Bajío.
¡Larga vida al Rey León!