Por: Alex Ramírez
Aquí estamos nuevamente, a las puertas de otro cierre de torneo. Pero lejos de estar pendientes al resto de encuentros de la jornada para jugarle al matemático y hacer los cálculos necesarios con el fin de presagiar al rival en liguilla. Tenemos que tener la calculadora y el rosario en la mano en busca de otro milagro en la 17.
Para los esmeraldas no es nuevo el escenario de dejar las cosas para el final, recordamos aquel gol del “Guille” Burdisso frente a Cruz Azul en los tiempos de Torrente, o más caótico aquel Clausura 2014 donde se necesitaba verdaderamente un milagro para que la fiera pudiera refrendar su título, y tuvo que ir a buscarlo hasta “la perrera más grande del mundo”: la cancha del Caliente.
Esa que nos hizo sufrir en aquella semifinal de ascenso en 2011 y de 2012 donde nos quedamos a un suspiro de la final.
En aquella ocasión los dirigidos por Gustavo Matosas venían de una dolorosa eliminación frente al Bolívar en copa libertadores. Nadie esperaba la hazaña, incluso muchos jugadores ya tenían programadas sus vacaciones. Sin embargo, los panzas verdes tenían sed y hambre de triunfo. Además, los pupilos de Matosas tenían algo que desde hace tiempo no se ve por estas tierras: ADN ganador.
Para empezar, habría que definir eso que tanto se busca. ¿Cómo definir el ADN Esmeralda?
Eso no lo define ni un técnico ganador, ni la plantilla más cara de la historia de GP (según ellos), va más allá. Implica las verdaderas bases de este equipo histórico del futbol mexicano.
Un equipo del pueblo, ese pueblo que como su lema de ciudad lo dice “El trabajo todo lo vence”, acostumbrados al arduo trabajo. El aficionado promedio ya sabe del buen futbol no puedes darle cuentos chinos.
Tal vez no sepan el lenguaje táctico, con qué formación es mejor, pero sabe distinguir un buen funcionamiento.
Pero eso del ADN, ya será para otra columna.
León llegaba a Tijuana siendo número 12 de la general. Y además de tener que ganar si o si, León debía esperar a que Chivas, Querétaro, Morelia y Atlas no ganaran.
La fiera hizo la tarea, se impusieron 2 goles a 1 frente a Xolos, solo había que esperar lo inesperado.
Los astros se alinearon, cada uno de los resultados necesarios se dieron y León se colaba como 8vo general y a la postre conseguiría el bicampeonato.
En esta ocasión, el escenario es algo similar. Aunque con la gran diferencia que ahora sólo requiere de un par de resultados.
Llega como número 11 de la general, pero con más dudas que certezas en su funcionamiento, formas de jugar, estilo y convicciones.
¿Qué necesita León para acceder a Play-In?
Ventaja o no es que el duelo del que dependen las esperanzas de la fiera se jugará el viernes. Por ende, los esmeraldas saltarán a la cancha el sábado conociendo su destino.
Lo más sencillo es que pumas gane o empate. Y que los verdiblancos ganen, de lo contrario habría que tener la calculadora en la mano por las diferencias de goles. En las cuales los verdes llevan la desventaja con una inferioridad de -2. Por eso ahora toman tanta relevancia las últimas dos derrotas del conjunto felino (gallos y pumas). Ya lo dijo Adonis: “Tenemos muchas ganas de liguilla, no sólo de play in, sabemos lo que esto representa para León…”
Hace tiempo que no estamos ni cerca de la posibilidad de pelear por el título, esperemos el resultado sea óptimo y se obtenga el pase a la fase de repechaje. Ya una vez en las instancias de liguilla, es un torneo totalmente diferente.
Hoy es ganar si o si, mañana ya veremos. El equipo debe hablar en la cancha, pues lo que se habla fuera de ella, parece fuera “pura Bava de perico” …